En infinidad de ocasiones, cuando notamos que algo no va bien, en cuanto a la salud se refiere, tardamos en acudir al médico.
Posiblemente es una reacción instintiva, pensando posiblemente en retardar el diagnóstico, por temor habitualmente.
La salud dental es para nosotros, como un problema menor, de forma errónea le damos menos importancia, que a otro tipo de enfermedades.
Muchas veces la valoración temprana y el tratamiento rápido, pueden asegurar el éxito al 100%, pero si retardamos el proceso quizá no podamos conseguirlo.
La ortodoncia es uno de esos tratamientos, que no debemos hacer esperar, a no ser que el odontólogo lo aconseje.
Seguir los pasos exactos que nos marque el especialista, en los tiempos que crea oportunos, va a ser esencial.
¿Qué es la ortodoncia?
La ortodoncia no persigue la perfección de la dentadura, su función es la de alinear y dar normalidad a la mordida, consiguiendo el ensamble correcto.
Con el fin de corregir anomalías en los dientes y huesos maxilares, las ortodoncias pueden ser de distinto tipo, según sea el caso a tratar.
Desde que la dentadura está completa, aproximadamente a los 6 años de edad, el odontólogo puede valorar la necesidad, de tratar con ortodoncia.
Pero no es solo cosa de niños, los adultos también pueden requerir de ortodoncia, muchas veces no es un problema de nacimiento, sino que se debe al paso del tiempo.
Cualquier persona que padezca una maloclusión de dientes, debe ponerse en manos profesionales, no únicamente por estética, ya que son muchos los problemas de salud que puede ocasionar.
Una mala mordida nos impide una masticación correcta, hace que no sea completa la higiene y por tanto favorece la aparición de caries e infecciones en las encías.
La desalineación puede ser de distintos tipos:
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- Tipo 1: Aunque las mandíbulas están en posición correcta, los dientes están adelantados al hueso, en el que nacen. A veces los dientes aparecen apiñados, otras no.
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- Tipo 2: El maxilar superior y los dientes, están desplazados hacia adelante, con respecto al hueso.
- Tipo 3: La mandíbula ha crecido más que el maxilar superior, con lo que la mordida es complicada y anómala.
En cualquiera de estos casos, hay que hacer un examen del caso, para llegar a la conclusión del tratamiento, más adecuado. En ocasiones es necesario extraer piezas, incluso algún tipo de cirugía.
No hay edad limite para usar ortodoncia, en la actualidad las nuevas tecnologías han conseguido, que sean menos molestas y más estéticas.
¿Cuándo debemos usar ortodoncia?
El odontólogo y el ortodoncista, serán los que nos digan cuándo y cual, pero podemos repasar algunos de los diagnósticos, en los que casi seguro será indicada.
- Apiñamiento de dientes
- Mordida abierta: Cuando los dientes de arriba y de abajo no se solapan, lo que hace que quede un hueco
- Sobremordida: Los dientes superiores sobrepasan los inferiores, da lugar a una maloclusión de tipo 2, es conveniente corregir en la infancia o adolescencia.
- Prognatismo mandibular: Los dientes inferiores están mucho más adelantados, que los superiores, haciendo que se adelante la mandíbula.
- Espacio entre los dientes
- Dientes rotados: Las ortodoncias son capaces de rotar los dientes, para que adquieran la posición correcta
- Mordida cruzada: Uno o varios dientes superiores, quedan por detrás de los inferiores, en muchas ocasiones se coloca un expansor, para ensanchar el paladar.
- Problemas de lenguaje: En algunas ocasiones, la dificultad para pronunciar ciertos fonemas, es debido a problemas que una ortodoncia, puede subsanar.
- Apnea del sueño: La oclusión, cuando el desarrollo de la mandíbula, no es el idóneo, puede ser el causante de las alteraciones del sueño.
No es que la ortodoncia esté de moda, simplemente que hay grandes profesionales, que han adecuado su uso. Además en este momento no supone nada traumático, ni estéticamente, ni económicamente.
No lo piense más, confíe en expertos y no lo retrase . Ha llegado el momento de la ortodoncia.